historias
En la Argentina, vivir en un country es una experiencia cercana a poder controlar con certeza exacta la mayor parte de los aspectos que componen el hábitat en el que se vive: los metros cuadrados de cada ambiente, la proporción de terreno verde circundando la casa, el largo del pasto, la composición social del vecindario, la movilidad de los hijos. Se conjuran los peligros y cada uno de los riesgos azarosos inherentes a pertenecer a un estrato social privilegiado parece poder ser encerrado y dejado afuera de ese microcosmos diseñado a medida.
Surgidos a partir de un decreto-ley de la última dictadura militar que fomentó su establecimiento, los countries conocieron su primer apogeo durante la neoliberal década de los '90. En palabras de la socióloga Maristella Svampa, en ese momento el virtual desmantelamiento del Estado y la seguridad social provocaron un fenómeno palpable de segregación en distintos niveles: mientras las clases populares conocieron un período de profundización de su situación de marginalidad y se multiplicaron los asentamientos precarios y las villas miseria, en paralelo, las clases medias y medias altas se refugiaron en su capacidad de gestionar privadamente la salud, la educación y la seguridad de sus familias, eligiendo como contexto de existencia los barrios cerrados o countries.
La historia de esta familia es similar a la de las casi 290.000 personas que eligen vivir hoy en forma permanente en alguno de los 700 barrios cerrados del conurbano bonaerense argentino. Su historia es un relato que narra la construcción de una frontera porosa, la que circunda este microcosmos que necesita tender lazos con ese otro mundo, el de los miles de trabajadores y trabajadoras que hacen posible su mantenimiento.
La familia (Horacio, su mujer Silvina y sus hijos Mercedes, Horacito y Titi) vive en el country San Jorge en la provincia de Buenos Aires desde hace 18 años. Antes vivían en el centro, pero decidieron mudarse cuando los robaron. "Los ladrones nos dieron una gran solución a nuestra vida" ironiza Silvina. "El country es un lugar tranquilo donde no solo encontré seguridad sino también amigos, vida al aire libre y un colegio para mis hijos que es como una gran familia". Su marido, Horacio es propietario de una agencia inmobiliaria en Miami y de un viñedo al oeste de Argentina, en Mendoza.
En el San Jorge, viven hoy en día 300 familias. Silvina recuerda con cierta nostalgia los primeros años en los cuales habían menos vecinos y se podía compartir momentos entre todos. Desde entonces, el country situado en la localidad de Los Polvorines se llenó de familias de ejecutivos extranjeros, de terratenientes pero también de artistas, actores que intentan tener una vida tranquila lejos de la multitud.
Eva trabaja para la familia desde hace 17 años. Su hermana Liliana llego hace 13. Las dos son paraguayas. Vieron a los niños de la familia crecer y a la mas chica, Mercedes, la consideran "como a una hija postiza". Fátima llegó hace dos años. Vive en un cuartito a lado de la cocina y sale los sábados. Las tres cocinan, limpian y gestionan diariamente las necesidades de la familia.
Fundado en 1988, el country San Jorge Village fue construido sobre las tierras la familia Alzaga, una de las familias más importante de la aristocracia Argentina. El barrio se encuentra a 30 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires en la jurisdicción de Malvinas Argentinas.... (+)
La familia B. fue una de las primeras en instalarse en el San Jorge Village.
Horacio y Silvina en su cama matrimonial. Llevan 24 años casados y tiene tres hijos.
Liliana era la que oficiaba de Cama-adentro antes de tener su propia familia. Ahora la remplazo Fatima que también es de Paraguay.... (+)
Mercedes abre su auto para regresar a su hogar después de un día en el colegio Bilingüe de Saint George North, también ubicado dentro del barrio privado.
Titi (lleva el mismo nombre que su madre, Silvina) y Lili, una de las empleadas, comparten momentos de relax. Titi Nació en el San Jorge Village y la une con Liliana una relación construida desde el nacimiento.
Horacito, 21 ans (lleva el mismo nombre que su padre y que su abuelo), sale con sus amigos por el Rio de La Plata.
Horacito hace ski-nautico, su deporte favorito, en el delta del Rio de La Plata
Peluqueros, pedicuras, profesores particulares… Servicios a domicilios para los habitantes del country.
Alumnas del colegio Saint Georges North, observan la ceremonia de fin de año un piso más bajo.
Las empleadas de la familia llevan al departamento de la familia en Recoleta todo lo necesario para preparar la cena y recibir los invitados para el cumpleaños de la madre de Silivina.
Silvina ayuda a preparar la cena con su empleadas para avanzar en el cumpleaños de su madre.
Titi observa un alambrado dentro del country. Viene a veces con su hermano a jugar aquí como lo hacían de niños.
Ceremonia de fin de curso en el colegio San George North, ubicado dentro del countrie.
Horacio, jefe de familia regresa con su hija. El Barrio es protegido por seguridad privada.